miércoles, 14 de octubre de 2009

Ocaso





Tras los almendros

simula ser hoguera

el sol muriendo



© Magdalena Albero

sábado, 10 de octubre de 2009

Aleluya






Por fin, el sol se asoma
a este otoñal, yerto paraje
que contamina de tristeza y abandono
todo atisbo de vida.


Por fin, sus rayos penetran,
sorteando ilimitados obstáculos,
las feroces sombras urdidas
por los sacerdotes de todos los miedos.


Por fin, mi cuerpo exhausto,
halla un asidero inamovible
en el que anclar la olvidada sonrisa,
el primer paso hacia un horizonte libertador.


Por fin, se restituye al presente,
henchido una vez más de esperanza,
cetro y corona, símbolos de su reinado
sobre todos los tiempos que me habitan.




© Magdalena Albero

martes, 6 de octubre de 2009

Aniversario


Lleva un coqueto sombrero verde
sobre los cabellos dorados,
y un lindo vestido lleno de florecillas blancas.


Sus ojos, dos puntitos brillantes,
parecen mirar un futuro lejano
con impaciencia y esperanza.

Hoy hace treinta años que está conmigo.
No ha envejecido su mirada
ni ha perdido su ilusionada expresión.

¡Quién pudiera, como ella,
ser una muñeca de trapo!



© Magdalena Albero

jueves, 1 de octubre de 2009




Día de otoño,
con rojos, grises y ocres
me has seducido.

© Magdalena Albero

jueves, 24 de septiembre de 2009

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Náusea


Me gustaría llorar a raudales
y que el caudal de mis lágrimas
arrastrara todos los recuerdos punzantes.

Me gustaría negarme a mí misma,
y que la desmemoria se hiciera con el botín
de tantas desilusiones, tanta esperanza fallida.

Me gustaría flotar en el tiempo y el espacio
sin esperar nada, sin desear cosa alguna,
sin riesgo de amar efímeros constructos de mi mente.

Hoy, con la rodilla en tierra,
derribada, una vez más,
por el embate de la mentira,

sé que nada puedo
contra mí,
la náusea me invade.

© Magdalena Albero

martes, 22 de septiembre de 2009

Otoño


Ya no es posible encontrar frescor.
La vida a estas alturas ha sido agostada.
Solo quedan hojas secas
por el exceso de calor,
por falta de alimento, quizás

A veces crees en la primavera,
en el resurgir de la vida.
Pero no te equivoques,
será otra vida la que brote
no la tuya ni la mía.



© Magdalena Albero

viernes, 18 de septiembre de 2009

Distancia


Implacable él, confusos nosotros,
el tiempo se ha consumido
dando paso de nuevo a la distancia
que, otra vez, dominará
nuestros encuentros,
mis sueños,
tus celos,
tus sueños,
mis celos,
nuestros desencuentros.

© Magdalena Albero

sábado, 5 de septiembre de 2009

Una vez más


Me preparo una taza de café,
enciendo un cigarrillo
y me acerco a la ventana.


Permanezco indiferente
durante un buen rato
viendo el ir y venir de la gente.


De pronto, te veo
durante unos segundos,
entre la marea humana.


Percibo los latidos
en mis sienes
cada vez más acelerados.


Te presiento acercándote a mí,
siento tus manos sobre mis hombros,
tu aliento en mi cuello,


tu cuerpo pegado al mío,
tus dientes en mi oreja,
tus dedos en mi nuca.


Me giro,
buscando tus labios...


No estás.


Una vez más
mi deseo ha sido más fuerte
que la realidad.



© Magdalena Albero

viernes, 4 de septiembre de 2009

Una furtiva lagrima. Donizetti (L'elisir d'amore)




Una furtiva lagrima
negli occhi suoi spuntò,
quelle festose giovani
invidiar sembrò.
Che più cercando io vo?
Che più cercando io vo?

M'ama, sì, m'ama, lo vedo, lo vedo!

Un solo istante i palpiti
del suo bel cor sentir!
I miei sospir confondere
per poco ai suoi sospir!
I palpiti, i palpiti sentir,
confondere i miei coi suoi sospir!

Cielo, si può morir...!
Di più non chiedo, non chiedo.
Ah! Cielo, si può, si può morir...!
Di più non chiedo, non chiedo.
Si può morir...
Si può morir d'amor!



Libreto de Felice Romani